viernes, 7 de junio de 2013

Orvieto y su pasado Etrusco


En Umbría encontramos una de las ciudades más influyentes durante casi 3.000 años.

Este antiguo asentamiento Etrusco se fundó en el siglo VIII a.C, y prosperó como centro del bronce y la cerámica. Los restos de esta época aún se pueden ver en varios museos de la ciudad, como en el museo Claudio Faina o museo Archeologico Nazionale.

 
La segunda época gloriosa, llegó a finales del la Edad Media cuando se convirtió en cabeza de los estados pontificios, condición que alentó la construcción de su impresionante catedral y otros majestuosos edificios.
 
 
Esta espectacular catedral a menudo denominada el "lirio de oro" de las catedrales, es una asombrosa construcción del 1290 se planificó originalmente en estilo románico pero a medida que avanzaba la construcción se fueron incorporando elementos góticos.
 
Toda la ciudad está ubicada en un acantilado de la misma piedra de toba que hay por toda la zona, una caliza porosa que parece estar a punto de caer por el peso del "lirio de oro".
 
Orvieto Subterráneo
 
Unas 440 cuevas inicialmente utilizadas por los Etruscos como pozos, y luego por los lugareños para diversos propósitos.
 
En la Edad Media la ciudad sufrió numerosos asedios y los habitantes emplearon las cuevas como palomares (el pichón aún es un plato común en Umbría).
 
Durante la Segunda Guerra Mundial las cuevas se convirtieron en refugios antiaéreos.
 
 
Las visitan parten de delante de la oficina de turismo, y bien vale la pena la visita.
 
Otra visita imprescindible es la Torre del Moro en la avenida principal y subir 250 escalones desde donde puedes ver la magnífica panorámica de toda la ciudad.
 
 
Necrópolis Etrusca de Crocifisso del Tufo
 
Es una de las dos que se pueden visitar en Umbría,
 
En varias series de cámaras funerarias aparecen grabados los nombres de sus difuntos inquilinos.
 
La manera que se disponen las tumbas refleja bien la buena planificación urbanística en la antigüedad.
 
 
Bien vale la pena un a visita a Orvieto y como todas las ciudades de Umbría tiene un encanto especial, y bien vale la pena callejear por sus estrechas y atractivas "callecitas".
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


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